lunes, 28 de julio de 2014

Claves para entender el Sistema de Clasificación Biofarmacéutica

El Sistema de Clasificación Biofarmacéutica (BCS) es un método que agrupa los fármacos en función de su solubilidad acuosa y permeabilidad intestinal cuando se combinan con la información de disolución in vitro. Por tanto, tiene en cuenta tres factores fundamentales: solubilidad, permeabilidad y velocidad de disolución, que controlan la velocidad y extensión de la absorción de fármacos incorporados a formulaciones de liberación inmediata.
Fuente: Wikipedia
Un medicamento se considera poco soluble cuando se disuelve lentamente o farmacológicamente hablando, el tiempo que tarda en atravesar el transito gastrointestinal es alto, haciendo que la biodisponibilidad del activo sea menor.
Esta clasificación ha sido adoptada, primero, por la FDA y en 1998 por la EMEA, siendo de gran utilidad no sólo en el desarrollo preclínico de nuevos medicamentos sino también en la planificación de estudios de bioequivalencia a partir de las relaciones in vivo/in vitro y para el diseño de las formulaciones farmacéuticas.
Habría que tener en cuenta las características en las que se basa el BCS
              Velocidad de disolución que limita la absorción in vivo
              Solubilidad que limita el flujo de absorción
              Permeabilidad que controla la velocidad de absorción
              Falta de correlación in vitro – in vivo


Si se analizaban las demandas del mercado se ha encontrado aquí un nicho de trabajo que ha cubierto las demandas o necesidades de este sector farmacéutico.

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