La mayor parte de las empresas farmacéuticas tienen carácter
internacional. La globalización ha facilitado la presencia de estas compañías
en numerosos países con el fin de generar nuevas posibilidades de negocio y
poder así maximizar los beneficios empresariales.
Fuera de exóticos y lejanos mercados, dentro del propio continente
europeo, se encuentra un nicho de mercado que genera grandes expectativas para
el sector, gracias al enorme potencial de la zona de los Balcanes y Centroeuropa.
Esta área geográfica cuenta con una mentalidad abierta hacia la búsqueda de
nuevos acuerdos de colaboración entre laboratorios y mayoristas del sector con
el objetivo de poder, de este modo, incrementar notablemente su gama de
productos y servicios.
A pesar de que la industria farmacéutica española complementa
perfectamente las necesidades y la producción de países en desarrollo, para los
laboratorios no es suficiente solamente con llegar, sino que tienen que hacerlo
con una carta de presentación centrada en nuevos desarrollos, que hayan nacido
del seno de un departamento de
Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), y que les permita alcanzar a
través de ellos una gran capacidad competitiva, pero que también destaquen por
su diseño, por las posibilidades comerciales que ofrezcan y por la innovación
de los mismos.
Además de la capacidad en Investigación y Desarrollo, los avales
que debe revelar el laboratorio deben pasar por mostrar un firme compromiso con
la calidad de los productos, la profesionalidad y el uso de una tecnología
puntera; sin dejar de lado la constante capacidad de innovar en cada fase del
proceso y de ofrecer formulaciones exclusivas, así como la especialización y la
adaptación a las distintas necesidades del mercado en cada momento.
Países como Serbia y Croacia suponen una cuota de negocio muy
interesante al ofrecer grandes oportunidades comerciales, y ser un mercado muy
atractivo a nivel empresarial con crecientes perspectivas debido al aumento del
interés de esta sociedad por el cuidado de la salud y de la alimentación. A
esto hay que añadir su futura incorporación en la Unión Europea lo que
facilitará los trámites burocráticos y allanará el camino de las compañías que
quieran llegar a acuerdos en esta zona.
Por si esto fuera poco, el desembarcar en un mercado poco
desarrollado y poder hacerlo forjando fuertes alianzas con farmacéuticas que
cuentan ya con una amplia trayectoria empresarial en la zona, posiciona al
laboratorio en una situación privilegiada, ya que se enfrenta a una cuota de
mercado que irá creciendo progresivamente y que ocupará cada vez un mayor
espacio en la compraventa de nuevos productos.
Para que esta incursión llegue a buen puerto es primordial traer
los deberes hechos. De hecho, realizar un análisis en profundidad de las
necesidades y las tendencias de los mercados farmacéuticos en los países del
Este y de Centroeuropa es fundamental para que las negociaciones con las
empresas locales sean un éxito total.
Mercados como los de Serbia o Croacia se encuentran ya sobradamente
capacitados para el emprendimiento y el afianzamiento de nuevos desarrollos
farmacéuticos así como para la incorporación de formulaciones únicas, antigripales,
antibióticos o analgésicos que cuenten con un valor añadido en el mercado, que
vengan acompañados de su correspondiente registro en la Unión Europea y su
completa Documentación Técnica Común. En definitiva, el sector farmacéutico se
encuentra en continuo crecimiento y existe un caldo de cultivo idóneo para
conquistar nuevos mercados. Es el momento de mirar hacia el Este y aprovechar todas
sus posibilidades.
Celia Secades, Directora de Desarrollo de Negocio de HC Clover